martes, 11 de diciembre de 2018

FRANCO y GIANFRANCO


Ahora Franco y Gianfranco
¿Seguirá Mauricio?
      
          De los varios docmas que hay en política, uno de los más patéticos es que se acompaña hasta las puertas del cementerio. Sólo hasta la puerta…
    
            Pasaron infinidad de situaciones, desde la última nota que se escribió en este blog. Pero la mayoría apunta hacia el mismo lado. ¡Oh sorpresa! Lo último, es la citación a indagatoria por el juez Claudio Bonadio a Franco y Gianfranco Macri, en una de las causas que dicho magistrado sigue contra Cristina Kirchner, que es como presunta jefa de una asociación ilícita para recaudar dinero. En sí, la que se conoce como la de los cuadernos de las coimas. Por esta misma y como presunto partícipe de la también presunta –todo presunto, por supuesto y hasta que no se demuestre lo contrario- Bonadío imputó a Paolo Roca, dueño de Techint, principal grupo empresario multinacional argentino y uno de los concesionario de Vaca Muerta, que es la segunda reserva de petróleo no convencional más grande del mundo.
    
            El tema pasa por saber, qué lo motivó a Bonadio. Los jueces hablan por sus fallos, pero gritan por sus imputaciones. Este particular magistrado, es quien lleva varias causas –algunas tildadas como ridículas- contra Cristina Kirchner y es un acérrimo enemigo a ojos vista, de la ex Presidenta. ¿Por qué todavía tiene las causas, a pesar de su animosidad manifiesta contra la imputada? Pregunta sin respuestas satisfactorias. A nadie le gustaría ser juzgado por su peor enemigo. Tal vez tenga el récord de ser el único juez que da como cierta la participación necesaria de una persona, en un asesinato que no tiene autor, ni modo de haber sido cometido. Es el caso del fiscal Alberto Nisman y de Diego Lagomarsino, basados en un increíble informe pericial de Gendarmería realizados sobre fotos y en un baño de madera fabricado al efecto, que da por ciertas y sin explicar distintas afirmaciones, que a simple viste parecen ridículas, de argumento de película de misterio de bajo presupuesto y peor autor, director y protagonistas. Y en completa oposición a las realizadas en el cuerpo y en el departamento del fallecido, por el equipo forense más prestigioso de la Argentina.

                Volviendo al tema de la familia Macri, no queda en claro si Bonadio le está soltando o se está soltando de la mano del presidente Mauricio y en sentido figurado, va a acompañarlo sólo hasta las puertas del cementerio y de esta forma, no va a entrar con él. Esta es una metáfora que significa que cuando la persona está perdiendo su poder, va siendo hora de abandonarlo. Poniendo en lugar físico y dando por cierto esta hipótesis, el Juez podría estar pensando que ya está cruzando la barrera de Jorge Newbery y Warnes, a 200 metros de la entrada de los servicios fúnebres. Otra hipótesis es que sabiendo que Franco Macri sería a causa del presunto deterioro de su salud, inimputable, se lo termine acusando de todo para así limpiar de culpa y cargo a sus hijos. De todas formas se sabía, se daba por hecho en los “corillos” empresariales, que quien manejaba el Grupo de la familia Macri era Mauricio, acompañado por su hermano Gianfranco. Lo cierto es que en la Casa Rosada se mostraron sorprendidos por esta imputación, nadie puede asegurar que la sorpresa no sea parte de la ficción. De todas formas, la titular de la oficina anticorrupción –que lo es sin ser abogada, por un decreto del Presidente autorizándola- seguramente va a creer en la inocencia de Macri, ya que señaló en una oportunidad, que no lo investiga porque nunca miente. Lógica actitud de una persona hacia otra, de la que se confesó enamorada.
  
              Pasó el G 20 sin sobresaltos. De la custodia participaron los Servicios de Seguridad de los distintos mandatarios del mundo. Al ser todo normal, el Gobierno lo calificó como un éxito e incluso los aplausos de los mandatarios y del público asistente a la Gala del Colón, hicieron llorar al propio Macri. Tal vez hayan detonado las lágrimas presidenciales, el hecho del frustrado partido River – Boca, que dejó en ridículo y como inútiles a la Seguridad argentina y a quienes la comandan, comenzando por Patricia Bullrich, -no está alejado de la verdad, si no lo fuera, decir que un inútil sólo se sostiene entre pares-  un par de días antes del comienzo del G 20 y que motivó que el partido se jugué en el estadio del Real Madrid, en España. Dicho sea de paso, el grueso de las ganancias –más de 1000 millones de pesos argentinos- quedaron en España, muchos en las arcas del Real, cuyo dueño tiene el 30% de las acciones del Grupo empresarial, que maneja las autopistas de acceso a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que gozará de un aumento del 33% en el peaje de las mismas, a partir del primer minuto del próximo año. ¿Qué tal?

                Lo último para no aburrir, pero no sin antes decir que la inflación anual proyectada, va a estar entre el 45 y el 50%, un poco más arriba de la fijada hace sólo un año, que era del 14. Pero no hay que hacerse problema por la inflación, así lo dijo el Presidente en su campaña eleccionaria. Tal vez sí por los números de la Economía, porque son espantosos. También por el riesgo país, que es la confianza que se tiene en el exterior sobre una Nación. Pasados los 500 puntos, se va poniendo difícil. Pasados los 700, esa confianza se transforma en nula. Justo en el día en que el actual gobierno cumple 3 años, marcó un nuevo récord: 750. Nadie se atrevió a cantar el feliz cumpleaños. Ahora sí, lo último, la pretendida puesta en función de la llamada “Doctrina Chocobar”, que no es mucho más que autorizar por decreto a los policías a disparar  por simples presunciones, lo cual no sólo es ilícito, anticonstitucional y va en contra de la instancia superior a ésta, que son los acuerdos internacionales, sino que se puede volver en contra de los mismos policías, ya que los delincuentes les pueden disparar por simple presunción, antes que también por “simple presunción” les disparen a ellos. Los delincuentes saben que de la cárcel se sale, del cementerio no. En Cambiemos, no todos están de acuerdo. En especial los radicales, que están cansados de hacer papeles lamentables con las migajas que de tanto en tanto le tira el gobierno macrista. Quien sí parece estar de acuerdo, es el ultramacrista senador justicialista Miguel Angel Picheto, jefe del interbloque Argentina Federal y autocandidateado a presidente para el 2019. A los clones de Macri no les ha ido bien en las elecciones, la gente como es lógico, prefiere al original...

             ...Aunque cada día, lo va prefiriendo menos.