MAURICIO MACRI:
DE MAL EN PEOR
La catástrofe electoral oficialista en las PASO, no fueron magia, sino el
corolario de una situación económica y social decadente. El desgobierno, las
estupideces que dicen y hacen los oficialistas y oficiosos, las faltas de
respeto y ninguneo hacia la gente, las mentiras y estafas electorales de las
campañas anteriores, no fueron gratuitas. Macri y Vidal las pagaron en las urnas,
pero el pueblo también lo paga… en el supermercado.
Yo era el rey de este lugar,
vivía en la cima de la colina.
Desde el palacio se veía el mar,
y en el jardín la Corte reía.
Teníamos sol, vino a granel,
y así pasábamos los días,
tomando el té, riendonos al fin… *
Si
bien hace unos meses que este blog está callado, releyendo las notas anteriores
se puede apreciar que nada ha cambiado desde la última publicada… O si, en
realidad, si, ya que las urnas han hablado y su voz fue contundente, gritando los
20 puntos de diferencia entre el precandidato más votado y el oficialismo, a
nivel país. Y tanto es así, que hacen innecesarios los comentarios sobre la
situación económica y política de los últimos meses.
Pero
de todas formas, un pequeño “antes” de las PASO y a título referencial, es
necesario hacer. Cristina Fernández, quien venía encabezando las encuestas para
las Primarias, cedió en un golpe impensado su candidatura a Alberto Fernández. Recordemos
que el bendecido precandidato, fue el jefe de Gabinete de Néstor Kirchner,
amigo personal de la pareja y había estado distanciado de Cristina durante gran
parte de sus administraciones, siendo crítico de éstas. Hace unos meses
retomaron el diálogo político y personal, siendo Alberto el fogonero del ultra exitoso
libro escrito por la ex Presidenta. Así se forjó el binomio presidencial
Fernández – Fernández, que descolocó al oficialismo y que venía creciendo día a
día en las encuestas, ayudado por una ya catastrófica situación económica del
país, endeudado con el FMI por varias generaciones. La respuesta del
oficialismo, fue atraer al peronista Miguel Angel Pichetto, un político de amplia
trayectoria, pero que se estaba quedando cada día más sólo dentro de su partido.
LLEGAN LAS PASO
“El domingo, se definen los próximos 30 años de la Argentina”, dijo palabras
más o menos, el Presidente en el cierre de su campaña. En su discurso luego de
la derrota, tal definición se transformó como por arte del ninguneo, en poco
más que una gran encuesta. Después se encargaría de poner las excusas de
siempre, pero recargadas, echándole la culpa a la pesada herencia y al kirchnerismo
triunfante, del que pidió una autocrítica. Tales disparates, irrespetuosidades
hacia los votantes más la presunción – con denuncias de “pesos pesados” no
kirchneristas ante la Justicia- de una intencionalidad al respecto, provocaron
una crisis cambiara de cuatro o cinco días, que dispararon el precio del dólar en
más de 10 pesos en los bancos y con pisos de hasta 20 en las cuevas. Aún peor,
el riesgo país se disparó en mil puntos hasta hacer piso en los 1800. La
inflación, por la estratósfera
Yo era el rey
de este lugar,
aunque muy bien no lo conocía.
Me habían dicho que atrás del mar,
el pueblo entero pedía comida.
No los oí,
qué vil razón,
les molestaba su barriga.
Yo era su rey, así lo dijo Dios,
yo era el amor, la luz divina.*
Si
bien un par de días más tarde de su irresponsable discurso del lunes, pidió
disculpas, el daño ya estaba hecho. Desde el reconocimiento de Macri de la
derrota antes de haber dado a conocer aunque sea una sóla mesa escrutada en
forma oficial y mandar a dormir al electorado, hasta el día de la fecha, los
disparates oficialistas y oficiosos se fueron desencadenando hasta poner al país
en una situación de caos institucional. Dijimos disparates oficialistas y
oficiosos, no exageramos. El Presidente, no sabe en dónde está parado, no tiene
reacción, liderazgo, deambula, perdió el respeto de los ciudadanos y de las
autoridades que influyen en el país, como por ejemplo las del FMI, que ya ni se
molestan en negociar con el Gobierno, sino que están mucho más interesadas en
hablar con la oposición que con el oficialismo, sabedores que descontar esa
diferencia en términos matemáticos, es muy difícil. Hacerlo en la coyuntura
económica y política, es casi imposible. En términos del sentido común, es
difícil. Así parece que lo entienden también varios periodistas de primerísima
línea, ultra defensores del oficialismo, políticos y empresarios de primera
línea, quienes han desfilado en las puertas de las oficinas de Alberto Fernández,
en San Telmo.
¿Qué
hace el Gobierno para descontar? Cambió de ministro de Economía, puso a Hernán
Lacunza, quien ocupara el mismo cargo en la provincia de Buenos Aires. ¿Será la
salvación? Los antecedentes, dicen que la Gobernadora estrella, perdió por una
diferencia mayor con Axel Kicillof, que Mauricio con los F. F. Mal punto de
partida. Las nuevas medidas económicas -si se las puede llamar así- no
convencieron a nadie. Pichetto y en especial Lilita Carrió siguen diciendo
pavadas. La ex radical -entre otros ex, ya no tiene límites. No contenta con
decir que en el 2007 Cristina Kirchner le robó las elecciones –“como todos
saben”, según dijo a pesar de los más de veinte puntos de diferencia entre
ambas candidatas- sino que además dijo que en éstas también hubo fraude, porque
compraron fiscales. Los fraudes si existen, los hacen los oficialismos, que son
quienes controlan las elecciones. Es como decir que los patos les disparan a
los cazadores o las columnas por alcanzar altas velocidades, pierden el control
y chocan a los autos. Pero después de haber agradecido y felicitado a los fiscales,
que trabajaron en forma gratuita y voluntaria en una jornada de por sí muy
larga, los trató de corruptos. Además se erigió en vocera del Gobierno, puesto
que sumó al de fiscal de la República, defensora de las instituciones y varios
otros que su mente imagina.
Hoy
es miércoles 28 de agosto, en horas del mediodía. El dólar Banco Nación arrancó
en $58,60 y ya está en 61, una pequeña corrida. El riesgo país lo hizo en 2001
puntos -zona de desastre- alcanzó los 2142 y las Leliq a 74,99%. Con la gente
que está al frente del país, con los oficiosos y oficiales, no es de extrañar,
que las encuestas hoy den una diferencia mayor entre los F.F. y Macri de más de
20 puntos y en aumento. La gente no es tonta, pasa factura del desastre que es
la economía del país, con su combo de pérdidas de puesto de trabajo, inflación,
hambre, muertos por el frío, los 44 muertos del ARA San Juan -que debería haberle
costado el puesto a varios oficiales jefes y oficiales superiores de la Armada,
además del ministro de Defensa y cuyo responsable máximo es el mismo Presidente
en su carácter de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas-, también la Justicia, las bravuconadas de
Patricia Bullrich, la inacción de Laura Alonso y demasiados etcéteras para un
solo gobierno.
Y no esperes mañana
Lo que no te dio ayer **
Como
dijimos, el Gobierno hasta hoy no es capaz de resolver ningún problema y ya el
FMI ni lo escucha, busca negociar con quien creen será el próximo presidente, aunque
no deja de advertirles que él sólo es candidato, no gobierna. La única estrategia mostrada para revertir la
diferencia, es recurrir a la campaña del terror de volver a tener al
kirchnerismo -hasta ignorando al propio Alberto Fernández- en el Gobierno. Pero
quedan dos meses hasta las elecciones, dos y medio hasta una eventual segunda
vuelta y tres meses y medio para el cambio de autoridades. Si bien lo ideal es
que el Gobierno saliente le entregue en tiempo y forma los atributos del mando
al entrante, felicite y desee suerte uno y agradezca los servicios prestados el
otro, antes de que comience la fiesta y se vayan todos a comer perdices, la
realidad es que día tras día, aumentan los pobres, cierran comercios, fábricas,
pymes… Y así una transición por lo menos ordenada, es una quimera.
Si el Gobierno pierde
en primera vuelta, como todo hace suponer, ¿Qué va a pasar con el país hasta el
10 de diciembre? ¿Debe mantenerse el Gobierno hasta esa fecha, aún a costa de
seguir sumiendo al país y a sus habitantes día tras día en la pobreza? Macri es
futbolero hasta la médula, fue presidente de uno de los clubes más populares
del mundo y bien sabe que un director técnico por más trayectoria, espaldas, reconocimiento,
capacidad y cariño de su gente que tenga, si está enviando a su equipo al
descenso, se tiene que ir sin que se lo pidan, por el bien del club. Si Boca se
hubiese ido al descenso siendo él presidente, sin dudas hubiera renunciado al
otro día y entregado la oficina presidencial apenas las nuevas autoridades hubiesen
estado en condiciones de asumir.
Boca es un equipo
gigante, pero sin ninguna duda, la Argentina lo es aún más, mucho más.
* Fragmentos de “Tribulaciones, lamento y
ocaso de un tonto rey imaginario o no”
Carlos Alberto “Charly” García – Carlos Alberto
“Nito” Mestre Sui Generis
** Fragmento de “Pueblo Blanco”
Joan Manuel Serrat