SEGUNDA EN EL MUNDIAL DE BASQUET
¡IGUAL FUE EXCELENTE!
Excelente, casi brillante. Fue una actuación que superó
con creces las expectativas previas a comenzar el Mundial. Pero más allá de cualidades
propias y ajenas, llegados al partido final, sólo se quiere ganar. Pero no
siempre es así, la derrota no puede empañar una actuación impresionante y
demostrativa además, de que la Generación Dorada tiene dignos herederos.
Sin temor a equivocarnos, podríamos
decir que nadie que no fuera integrante del equipo argentino de básquet lo suponía
-y tal vez sólo estemos hablando de los más optimistas del team- que la
Argentina sería protagonista de la final del Mundial de este deporte. En la
previa, se tenía como el partido clave al que la Argentina sostendría con
Nigeria, para clasificar al segundo grupo, sabedores de que Corea del Sur no
era un rival de peligro y ganar o perder con Rusia, no influiría demasiado.
Para la segunda ronda, se estimaba que los cruces iban a ser con rivales asequibles
y para cuartos, ya era un solo partido a suerte y verdad. Los dos objetivos
eran quedar entre los mejores 8, es decir ganando en cuartos de final y
clasificar para los Juegos Olímpicos del próximo año. Con esos dos objetivos
cumplidos, se podrían armar las valijas con tranquilidad. Pero la realidad
superó a la fantasía y este equipo liderado por el “eterno” e “increíble” Luis
Fabián Scola y con toda la magia de Facundo Campazzo, fue dejando atrás rival tras
rival y en cuartos de final, superó con holgura a Serbia, uno de los máximos favoritos,
en una demostración de calidad impensada, por la jerarquía del rival. Las
sorpresas no terminaron allí, pues en semis, “borró” al equipo que había
liquidado al dream team de los Estados Unidos -por segunda vez, recibieron como
lección que por más NBA que sean, no alcanza con traer un equipo de 8 puntos-,
superándolos por 14 puntos, que hasta podrían haber sido más.
La final,
fue otra historia. La Argentina se encontró con un España brillante, liderada
por un Marc Gasol intratable, ganado rebotes en ambos tableros. Fue un partido
en donde a uno se le desalinearon todos los astros, mientras que al otro, se le
alinearon todos. Imposibilitados de penetrar y tirar debajo del tablero, ya que
se encontraban con verdaderas paredes, los tiros desde afuera a la Argentina no
le funcionaron, mientras que España convertía desde la zona pintada y desde
afuera, casi sin errores. Poco se pudo poner la Argentina en partido y cuando
lo hizo, fue rápidamente cortado por su rival.
No es el comentario del
partido lo que en esta nota importa, sino valorar lo que hicieron esta docena
de jugadores y su cuerpo técnico, herederos directos de la Generación Dorada,
la que por más de 15 años llevó al básquet argentino a los primeros lugares de
este deporte a nivel mundial. Se creía que jugadores como Ginobilli, Nocioni,
Victoriano, Oberto, Sconochini, Wolkowyski, Montechia, Scola, Sánchez, Herrmann,
Delfino, Gutierrez, Prigioni, comenzaron y cerraron la más brillante campaña de
la Argentina. Pero hoy Facundo Campazzo, Nicolás Laprovíttola, Patricio Garino,
Lucio Redivo, Nicolás Brussino, Gabriel Deck, Máximo Fjellerup, Marcos Delía, Agustín
Caffaro, Tayavek Gallizzi y de nuevo, Luis Scola, demostraron que esa
generación dejó a sus herederos, que abren otra etapa que puede porque está en
condiciones, de ser brillante. El espíritu de los dorados brilla en estos
chicos, que Scola aparte, son todos menores de 29 años. Pero Luis Scola parece
tan joven como ellos, el gran capitán es el nexo entre unos y otros y supo
infundir la impronta de quienes nos llevaron a los primeros planos del básquet
mundial. Y dirigidos por Rubén Magnano, luego por su ayudante Sergio Hernández, seguido por Julio Lamas y en la actualidad repitió el "oveja" Sergio Hernández, pero los tres del mismo estilo.
Muchas veces no se valora un
segundo puesto, o un tercero… En honor a la verdad, la valoración depende no
sólo de los kilates propios, sino en igual medida de los méritos de los
rivales. Es cierto que las comparaciones pueden ser y en verdad son odiosas, es
tan cierto como que es necesario hacerlas, porque si no se hacen se cae en que
todo es igual, todo da lo mismo. Se le ganó a equipos de nivel inferior, a
otros de nivel parejo y a Serbia y Francia se los borró, siendo estos de nivel
superior a la Argentina. El equipo nacional, sus jugadores se potenciaron y los
borraron de la cancha. España fue superior, lo demostró a lo largo de todo el
partido y se perdió sin atenuantes, aunque de haber tenido la Argentina un poco
más de suerte en el goleo, el margen de la derrota seguramente hubiera sido más
chico y estando un equipo como la Argentina “en partido”, nunca se puede saber
qué es lo que puede o en este caso hubiese podido suceder. Si se pierde en
partido final con un equipo notablemente inferior, como el fútbol argentino contra
Chile en dos oportunidades, la historia es distinta. Dicho ésto para quienes
pretendan emparejar las derrotas en el fútbol contra Chile, con ésta del
básquet.
Pero hay que destacar que la Generación
Dorada, no fue una coincidencia de excelentes jugadores, sino el trabajo de
muchos años, que supo abrevarse en la Liga Nacional de Básquet, genial proyecto
de los entrenadores José María Cavallero, León Najnudel y Horacio Seguí, y el periodista Osvaldo Ricardo Orcasitas, nacida
en 1984 reemplazando al Campeonato Argentino de Clubes. Antes de los Dorados,
les marcaron el camino jugadores como entre muchos otros, el “Pichi” Campana, Uranga, Romano, el
gigante González, Garrone, Milanesio, Espil, Montenegro, De la Fuente, Racca… Y
antes de la Liga Finito Gehrmann, Chocolate Rafaelli, Guitar, Perazzo, Pellandini, Rubén "el sordo" Fernández, padre de Gabriel "el lobo", de la Generación Dorada y abuelo del "lobito" Gustavo, número 1 del mundo en silla de ruedas… Mucho antes Oscar Furlong junto a los campeones del mundo de 1950.. Y los equipos de Obras
Sanitarias, Ferro -Cechini, Bonichini, Budding-, Lanús… Los equipos cordobeses,
bahienses, porteños, marplatenses… Muchísimos nombres, equipos a lo largo y
ancho del país… Y campeonatos argentinos con selecciones de provincia. Un básquet que a pesar de algunos tropiezos, no se detuvo y
fue en permanente evolución…
Y una nueva generación, que
demuestra que siempre se puede más y más y más. Este subcampeonato mundial,
está llamado a ser el primer logro de otros que van a venir, de los herederos
de la Generación Dorada. De los herederos… que ya son realidad.