PANDEMIA
La epidemia
se transformó en pandemia. Hoy casi todos los países del mundo, sufren las
consecuencias de la transmisión del Covid – 19, lo cual hace que la gran mayoría
haya cerrado sus fronteras y decretado cuarentenas obligatorias. Algunos lo han
hecho tarde, como España, Italia e Inglaterra, consiguiendo que aumente el número
de muertos, a consecuencia de la imposibilidad de atender a los infectados
graves, quienes en su mayoría necesitaban respiradores artificiales, que no
tenían a disposición. Ser un país del primer mundo, no garantiza estar
preparado para una catástrofe sanitaria. Pero no son todas las naciones, aún
quedan presidentes, que se resisten a la
medida, pretendiendo no frenar la economía de sus países. Tales son los casos
de los Estados Unidos de América del Norte, que está a pocas horas de
convertirse en el país con mayor número de infectados y de muertos y de la
República Federativa del Brasil, por orden de su presidente, Jair Bolsonaro, dando
la razón a quienes lo acusan de ser un lacayo del rubio mandatario del Norte.
Hoy Brasil encabeza el luctuoso ranking de infectados y fallecidos por el
virus, en América del Sur.
En la Argentina,
la historia es conocida, no vale la pena abundar sobre lo que estamos viviendo
día a día. La reflexión es qué hubiese pasado si esta pandemia se hubiese producido
hace un año, con el Gobierno anterior. Sería hacer futurismo, pero es cierto
que Donald Trump, Jair Bolsonaro y
Mauricio Macri parecían pensar como si fueran una sola persona. Mas bien uno
pensaba y dos obedecían… Pero mejor es no hacer futurismo, no aporta nada.
Los
argentinos no estamos acostumbrados a vivir encerrados, ni aún con otras epidemias
sufridas a lo largo de nuestra historia. Incluyendo otra que estamos pasando, de
mortalidad más elevada, pero con menos prensa, como es el dengue. Costó pero
nos fuimos acostumbrando a no salir, más allá de ciertas personas o personajes,
a los cuales nada les importó la cuarentena, poniendo en riesgo a sus semejantes.
Casi siempre de lo malo se puede sacar algo bueno y en este caso, es no sólo
que sirvió para entretener un poco a la gente, sino que sirvió como ejemplo de
lo que no hay que hacer. Ambas, no son poca cosa.
Día 10 de
la cuarentena, hoy se supone que el presidente Alberto Fernández va a anunciar
cómo va a seguir la cuarentena. Los grandes medios de comunicación, vienen
diciendo desde el pasado jueves, que esa comunicación iba a ser inminente, es
decir el mismo día en que se estaba anunciando. Lo dijeron del jueves, del
viernes, del sábado y tal vez hoy sea el día elegido. De todas formas, si no es
hoy va a ser mañana o como mucho, el martes… También se tiran fechas probables
de finalización de la cuarentena. No pueden saber más que los que van a decidir
y en especial, si todavía los expertos no se reunieron. Las primicias surgen
del amplio campo de la especulación, tomando en cuenta principalmente, que la
primer cuarentena incluye dos semanas con feriado largo más una tercera, para
tomar en cuenta, que es la Semana Santa. De allí que una fecha sea el domingo 5
de abril, a última hora y la otra, el domingo 12 también a las 23.59. Y allí se
acabaron los feriados… y podría ser que por todo el año. Otros con la precisión
que da la especulación, arriesgan llegar a fines de abril o principios de mayo.
Nunca mejor dicho que hay que esperar la palabra oficial, para no sucumbir ante
toneladas de informaciones nunca confirmadas, rumores, especulaciones y los
miles de audios y videos con recomendaciones dadas sabrá Dios por quienes. Pero
casi todos anónimos, profesionales por supuesto, sin matrículas
identificatorias. De todas formas, la mayoría de ellas también serían
incomprobables. Si las intenciones son buenas o no lo son… sería mejor pensar
con buena fe. Pero ya aburren, molestan y en especial, confunden. Y por
supuesto, colapsa las redes y ponen en riesgo el servicio de internet.
Lo que
si es seguro, es que de la cuarentena se sale de a poco, no todos juntos. Hay
distintos modelos y aunque el argentino, por su forma y su precisión temporal
es elogiado, no sería raro que en algún momento -que la lógica diría que no es
el actual- abandone su forma horizontal -todos menos las excepciones- para
pasar al modelo vertical holandés y vaya liberando actividades no esenciales en
forma progresiva.
Esta
pandemia será un click a nivel mundial, un cambio necesario que, es lamentable,
se está llevando y por un tiempo va a seguir llevándose víctimas fatales. Pero
tienen que dejar enseñanzas, para los gobiernos y para la gente, dicho esto a
nivel mundial. Para la Argentina, es una oportunidad para darnos cuenta, que unidos
podemos hacer acciones positivas para la comunidad, para el país. Aunque sea
con sacrificios. El Gobierno sabe que tiene necesidad de prolongar la
cuarentena, pero el riesgo es parar el país y que se pierdan muchos puestos de
trabajo, además de otros perjuicios, también importantes. Encontrar el
equilibrio, es el gran desafío, más sabiendo que se camina por el borde de una
cornisa, en donde de un lado está la salud y de la otra, la pobreza e
indigencia.
Un presidente se puede preparar
para pelear por sacar un país adelante, negociar con los acreedores, darles a
obreros y empresarios lo que necesitan en un justo equilibrio. Enfrentar los
embates de los opositores, las discusiones políticas… en fin, todo lo normal,
que pasa en un país. Pero luchar contra una pandemia, teniendo la salud y la
economía del país y de sus habitantes en sus manos, debe ser lo último en que
un candidato debe pensar -si lo hace, cosa dudosa-, en el momento de delinear
una plataforma electoral. Hasta ahora, el Gobierno y la oposición están aunados
y esto es elementalmente necesario, para tener éxito. Nos estamos preparando
para el pico de infectados, con el objetivo de que ese pico sea amesetado y no
desborde al servicio de salud. Para la supervivencia, es clave que los enfermos
que requieren mayor cuidado, puedan ser atendidos, porque tenemos la suerte de
que el coronavirus en el 80 % de los casos, pase como una simple gripe o un resfrío
y sólo el 5% de los casos, revistan gravedad.
El tiempo nos juega a favor, pero
no nos debemos descuidar y es necesario de aquí en más, adoptar algunos métodos
de prevención que ahora usamos, para la vida diaria, como por ejemplo el lavado
de manos correcto y asiduo.
Cumplamos con lo que nos piden. Es
la mejor forma de cuidarnos y así cuidar a quienes nos rodean.