sábado, 9 de mayo de 2020


PANDEMIA TRES

PORQUE VAMOS BIEN,
¿LOS TROLLS 
ATACAN DE NUEVO?

                Se supone que si tiene cuatro patas, rabo y ladra, es un perro. En los primeros días de cuarentena, no había críticas. A medida que el Gobierno fue consiguiendo con ayuda de los sanitaristas y de la sociedad en general, los objetivos que se iba proponiendo, comenzaron a aparecer críticas en las redes sociales. Algunas de ellas, adaptadas al momento, similares a las que la Inquisición utilizaba para quemar en la hoguera a sus víctimas -antes brujas, ahora médicos comunistas, violadores liberados por centenas, no al impuesto a la riqueza- ohhh, no al impuesto a la riqueza… es cierto, si tiene cuatro patas, ladra y tiene rabo, es un perro. Pero la sociedad en los primeros siglos del primer milenio, era muy diferente a la actual. El tiempo no pasa en vano, aunque algunos no lo sepan.

                Vamos bien, hasta ahora. Pero como ya lo sabemos, la dinámica de esta pandemia hace que todo pueda cambiar de un día para el otro. Se ha conseguido ralentizar la duplicación de los casos de coronavirus, de tres días como lo era al principio, a los 18,8 días en el AMBA y 25,1 en el resto del país. De tal forma, se liberarán desde la próxima semana distintas actividades económicas, según provincias y ciudades, siendo las más estrictas justamente las del AMBA. Prueba y error, es la primera vez que sucede y todo se va aprendiendo sobre la marcha. Si las tendencias se revierten, se vuelven a cerrar actividades.

                Decíamos que los trolls atacan de nuevo. Y hay que lamentarlo. Tal parece, que no todos ponen a la salud por sobre la economía. Trump y Bolsonaro son los dos ejemplos más claros, hicieron desastres en sus países. El primer ministro británico, Boris Johnson, minimizó el problema, que días después casi le cuesta la vida. Hoy es un valor en la lucha contra la pandemia. En la Argentina, el ex presidente Macri presionó en diferentes oportunidades a Alberto Fernández, para que abra la economía, recomendando según contó un siempre bien informado Gustavo Sylvestre, la llamada Teoría del Rebaño: que se infecten los que se tengan que infectar, que la sociedad cree anticuerpos y que se mueran los que se tengan que morir. No es necesario que el autor de esta nota escribe, opine. Transparente como el agua. En línea descendente, Pichetto, Bullrich, Prat Gay… reclamaron, reclaman y seguirán reclamando lo mismo que su líder. Dos notas atrás, decíamos que tratar de saber qué hubiese pasado si la pandemia se hubiese declarado hace un año era hacer futurismo, aún sabiendo que Bolsonaro, Trump y Macri eran “un solo cerebro”. Sin quererlo, la respuesta la dio un periodista al que no se lo puede llamar kirchnerista, ni albertista, pero sí macrista. En una entrevista de Luis Majul para su programa televisivo del domingo 5 de abril, el mismo Jorge Lanata expresó: "Muchas de las cosas que le están pasando a Alberto, si le hubieran pasado a él u otro presidente hubieran sido un desastre".  Una encuesta conocida hace pocos días atrás, reveló que el 60% de los encuestados coincidía en que con Macri hubiésemos estado peor. A veces, hay que callarse la boca y cubrirse con un manto de autopiedad, es más productivo. Pero cuando hay otros intereses de por medio, es imposible.

                Otro tema predilecto de Pichetto y los trolls, fueron los médicos cubanos que iban a venir a colaborar a la Argentina. De por sí, fueron calificados de inútiles, cuando hasta los enemigos del régimen castrista, admiten que la medicina cubana es de primer nivel mundial. Los españoles, que los aplaudieron cuando llegaron, sabían eso. Pero la supuesta falta de talento de los profesionales, era un tema colateral. Según muchos opositores, eran espías cubanos que venían a lavarle la cabeza a los argentinos, para instaurar el comunismo. Sería risueño, sino fuera porque lo han dicho quienes han tenido puestos de responsabilidad para la vida de los argentinos. En el copete de esta nota, hablamos de la inquisición. En esas épocas, al pueblo se le decía cualquier cosa y lo creían. Para mandar a la hoguera a una bruja, cualquier testimonio era válido, aún los más inverosímiles. La inquisición terminó hace mucho, ahora la gente no se cree cualquier cosa. Pero aún así, hubo algunos cacerolazos. Si quieren enviar espías, lo hacen, sin necesidad de disfrazarlos de médicos. Y eso es privativo de cualquier país del mundo, de mínima importancia. Tal vez pase porque en la Argentina, los espías nacionales salían en televisión y en las revistas y se dedicaban a hacer inteligencia interna. Pero no siempre es así. ¿Alguien sabe cuántos muertos hubo en la embajada de Israel? Nadie. ¿Por qué?

Un tema tapa al otro, entonces llegó el turno de la “liberación” de los presos. Y hubo cacerolazos. La superpoblación de las cárceles, no es un tema de este gobierno ni del anterior. El otorgar prisiones domiciliarias -que no son liberaciones-, fue una recomendación de las Naciones Unidas, porque las prisiones son enormes fuentes de contagio, como también lo son los geriátricos y las villas de emergencia y esto, lo estamos comprobando en los últimos días. Si no hubieran sucedido estos contagios, es probable que el AMBA también hubiese entrado en la Fase 4 como el resto del país, teniendo la posibilidad de otorgar mayores libertades. No sobra el personal penitenciario, ellos entran y salen, van a sus casas, conviven con la sociedad y también lo hacen con los presos, cara a cara, en lugares hacinados e imposibles de mantener las mínimas medidas de prevención. Los que opinen que los presos no merecen nada, ni siquiera que los cuiden, deben saber que el Estado en las cárceles nacionales o los gobernadores en las provinciales, son responsables por la seguridad de los presos, pues los tienen a su cargo. Deben asegurarle la alimentación y la salud y esto no es cuestión de opiniones, sino de obligaciones. Además los hospitales de las cárceles, no están preparados para una epidemia, entonces van a tener que llevar a los presos a los mismos hospitales a donde van los pacientes libres, van a tener que usar las camas y los respiradores. Como si fuera poco, también van a necesitar agentes que los cuiden afuera las 24 horas del día, mientras estén internados, debilitando la cantidad de personal que cumple funciones internas. Y no sigamos hilando fino, para que no haya hechos de sangre. El beneficio, era con tobilleras y para quienes no habían cometido delitos graves y además debían estar en los grupos de riesgo. También para quienes estaban a punto de terminar sus condenas o gozaban de salidas transitorias. Y para las embarazadas o madres, que tenían sus hijos viviendo con ellas en las prisiones. A modo informativo, hay cárceles para mujeres de bajo riesgo de peligrosidad, que tienen sectores especial para que las madres puedan tener con ellas a sus hijos de hasta 5 años, quienes a su vez reciben la correspondiente educación inicial. Los jueces y no los políticos, debían decidir a quiénes le otorgaban los beneficios, pero estaba claro que no eran para violadores y asesinos. Los magistrados eran responsables y tenían que consultar con los fiscales que entendieron en las causas de los candidatos a recibir el beneficio y también a las víctimas, antes de decidir. Una incorrección los podrá llevar al juicio político. De nuevo las fake news, esta vez aparecieron violadores liberados con la pandemia, que en realidad no habían sido liberados, otro que lo había sido el año pasado. Un ladrón que se le ocurrió decirle a la policía, que no le importaba, porque el día anterior lo habían liberado por la pandemia y al otro día lo iban a volver a liberar. En realidad era un escapado del Borda en diciembre del año pasado, inimputable. Sí hubo una jueza ligada al Pro, que dijo primero que habían liberado a más de 300 violadores, causando el principio del revuelo con el tema y después, graciosamente, se desdijo. Casualmente y por el que no cacerolearon, fue por el beneficio otorgado al encargado de hacer nacer a los bebés de las detenidas ilegales de la Escuela de Mecánica de la Armada y de la venta de dichos bebes. Crímenes ellos de lesa humanidad, los peores que existen y sin fecha de proscripción. Ese si, sigue en el lugar que eligió para su beneficio.

                Casi sobre el fin de esta etapa de la cuarentena, volvieron a insistir con la abertura de la economía, llamando a salir a las calles y cacerolear por la violación al aislamiento, en defensa de la economía. A la gente no se la puede llevar de la nariz, no salió casi nadie.

                ¿Alguien en su sano juicio, puede creer que con los problemas que tiene Alberto Fernández, piense o le convenga liberar violadores? ¿O insertar células comunistas? Todo tiene un límite, tal vez si no se le hubiese ocurrido a Alberto Fernández crear un impuesto, que afectará a las 11.000 personas más ricas de la Argentina, esto no hubiera pasado. Pero si se necesita dinero, es fácil saber quiénes van a tener que aportar primero. ¿Está bien? ¿Está mal? Está. Atahualpa decía que "las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas" y el acerbo popular dice que palear bosta, no convierte en dueño de las vacas. El Gobierno nacional va a continuar trabajando codo a codo con los gobernadores propios y los de otros partidos, incluido por supuesto al Jefe de Gobierno porteño, al que su partido no deja de presionar, justamente por eso. Jorge Macri, consultado sobre si había participado de una video conferencia partidaria, fue tajante en lo explicativo, dijo que él tenía la responsabilidad de gobernar y no tenía el tiempo libre de los que no tenían responsabilidades de gobierno.

                A nadie le gusta el encierro, en mayor o menor medida, lo sufrimos todos. Pero dejar salir a la gente a la calle para liberar a la economía, sin respetar los tiempos, es jugar con fuego. Brasil, Suecia, Estados Unidos no hicieron cuarentena. Y ahora tienen similares problemas económicos que nosotros en sus respectivas escalas, pero agravados por miles de muertos y decenas de miles de infectados. ¿Ganaron algo? No, no lo hicieron. Los que se subieron a esos barcos, están nadando. Nuestro barco, va flotando, no debemos permitir que lo quieran hundir.