miércoles, 17 de junio de 2020


PANDEMIA CUATRO
DE LA ZONA DE RIESGO
AL “TE ESCUCHO”
                Día casi noventa de la cuarentena, en los números de infectados, en unas pocas jornadas se saltó de las siete u ocho centenas, a los 1200 a 1500, diarios. Y al mismo tiempo, se doblaron y hasta triplicaron el número de fallecidos y las perspectivas son las de seguir creciendo, hasta llegar al pico de contagios, que se supone cercano. Al mismo tiempo, en algunos países en donde se habían liberado los controles, porque se creía que el virus estaba dominado, tuvieron que volver sobre estas medidas. Pero no todo es coronavirus, por ejemplo en la Argentina…

                A casi tres meses de comenzada la cuarentena, la Argentina está entrando en el llamado pico de contagios. Las cifras diarias saltaron de los 700/ 800 a los 1200/1500, en un nuevo escalón. Los números de fallecidos se han triplicado. En este estado de situación, el Jefe de Gobierno porteño, dio libertad a los ahora llamados “Runners” -desde que se los descubrió como un negocio- y antes denominados “aerobistas”. Y el tema se fue de las manos, ya que invadieron las plazas y parques, en especial en los primeros días de “libertad”, olvidándose de extremar los recaudos, habida cuenta de que no se puede correr con barbijo. Si hubieran permitido correr sólo vueltas a la manzana o por las ciclovías, sin habilitar los parques, hubiera sido distinto. Los resultados de esos desatinos, se van a ver en los próximos días. Esperemos que sólo haya sido preocupación. Mientras tanto, los grupos anticuarentena siguen actuando, aunque sean reducidos. La economía se va deteriorando, aquí y en cualquier lugar del mundo. Los países que la oposición -en especial de Juntos por el Cambio- ponía como ejemplos a seguir, llámense Chile, Brasil, Estados Unidos, Suecia, cuentan de a miles y peor algunos, en decenas y centenas de miles, a sus contagiados y a sus muertos. Incluso hay proyectos en Chile, para traer infectados para curarse en la Argentina. El lamentable contagio de la ex gobernadora María Eugenia Vidal, tal vez contribuya a que sus compañeros políticos revean sus posiciones. Pero sólo tal vez. Hay que destacar, que el 90% de los afectados están en el AMBA, en el resto del país las medidas restrictivas son menores, pero no dudan en bajar de fase ante la mínima duda

                “Te escucho”, viene diciendo Luisa Delfino desde hace más de treinta años, prestándole oídos a las confesiones de sus oyentes en su programa de radio. Pero parece que no es sólo Luisa la que escucha, un escándalo mayúsculo, que no respeca pandemias, involucra a la administración Macri, con el ex Presidente como presunto máximo responsable. Espiaban a propios y extraños, así se desprende de la muestra para reconocimiento de las pruebas, que el juez que entiende en la causa va presentando a los más de cuatrocientos afectados, como por ejemplo Cristina Férnandez. Pero también al propio Horacio Rodríguez Larreta, que se va a transformara en querellante -contra su mismo jefe político se puede decir y no va a ser el único- en la causa. También espiaban al vice jefe de Gobierno Diego Santilli y a María Eugenia Vidal. “Y hasta parece…” que la estatua a Lavalle/ se estremeciese, dice la canción. Pero en este caso, que los espías eran recibidos por el mismo Macri en la Casa Rosada. El periodista siempre bien informado Gustavo “Gato” Sylvestre tiró una bomba: a Macri la plana mayor de Juntos por el Cambio, ya no le atienden el teléfono… Los medios ejemónicos casi no tratan este tema, digamos que no existe, aunque algunos de sus periodistas estrellas también hayan sido espiados. Si en lugar de Macri se tratara de Cristina Fernández, todos los días pondrían la caricatura de la Cristina niña, con la oreja apoyada en un vaso, escuchando detrás de una puerta.

                Otro tema es Vicentín, la multinacional argentina a la cual el Gobierno Nacional pretende rescatar. Es la empresa que había recibido un crédito imposible de otorgar por el Banco Nación, por su monto y por el estado de insolvencia de la empresa, sin una autorización especial. En los “corillos” -ya no se usa decir “corillos”, pero, en fin…- se dice que no bien se les informó a los directivos de Vicentín, apersonados en la sede central del Banco Nación que el crédito había sido denegado, cruzaron hasta la Casa de Gobierno para pedir una autorización especial. Por supuesto esa autorización existió, el crédito se otorgó, la empresa hizo un aporte de campaña a Juntos por el Cambio, que según se dice era el doble del máximo permitido y después se presentó en convocatoria de acreedores. Todo eso en un lapso de pocos días. Las investigaciones que se vienen, son bastante pesadas y si todo sucede de ciertas formas, se estaría tratando de una asociación ilícita, lo cual es pausible de prisión. Si el crédito fue expresamente autorizado en la Casa Rosada, ¿Quién fue? Allí está la pregunta. ¿Un granadero de custodia? ¿Un electricista? ¿Un encargado de limpieza? Hummm… Lo cierto es que más de 5000 personas dependen de la empresa y la cola de proveedores -casi 2700, en su mayoría pequeños y medianos-, esperan cobrar los casi cien mil millones de pesos que la empresa les debe.  Y también tienen que pagar el crédito otorgado. La oposición macrista se opone tenazmente al rescate de Vicentín, Alberto Fernández enviará al Congreso el proyecto de expropiación de la sexta cerealera de importancia en la Argentina, vital como formadora de precios, hoy intervenida. ¿Hay alguna otra fórmula que reemplace a la expropiación? Alberto Fernández cree que no. Por las dudas, se lo preguntó a los directivos de Vicentín, pero ellos tampoco aportaron ideas. Es el otro gran escándalo en estos días de pandemia.

                La vida del país no se detiene, pero la pandemia tampoco. Hay que redoblar esfuerzos, porque estamos entrando en el pico y según se comprobó en otros países, la caída de la curva de contagios no asegura el control de la propagación. No hay que perder la calma, simplemente hay que estar más atentos que nunca y pensar que el virus sigue impune. No hay ni habrá plafón  para los anticuarentena, en los próximos días. Inglaterra necesitó tener a su Primer Ministro contagiado y muy delicado, para darse cuenta de que el tema era serio. ¿A los anticuarentena argentinos les alcanzará con María Eugenia Vidal? Esperemos que si.

sábado, 9 de mayo de 2020


PANDEMIA TRES

PORQUE VAMOS BIEN,
¿LOS TROLLS 
ATACAN DE NUEVO?

                Se supone que si tiene cuatro patas, rabo y ladra, es un perro. En los primeros días de cuarentena, no había críticas. A medida que el Gobierno fue consiguiendo con ayuda de los sanitaristas y de la sociedad en general, los objetivos que se iba proponiendo, comenzaron a aparecer críticas en las redes sociales. Algunas de ellas, adaptadas al momento, similares a las que la Inquisición utilizaba para quemar en la hoguera a sus víctimas -antes brujas, ahora médicos comunistas, violadores liberados por centenas, no al impuesto a la riqueza- ohhh, no al impuesto a la riqueza… es cierto, si tiene cuatro patas, ladra y tiene rabo, es un perro. Pero la sociedad en los primeros siglos del primer milenio, era muy diferente a la actual. El tiempo no pasa en vano, aunque algunos no lo sepan.

                Vamos bien, hasta ahora. Pero como ya lo sabemos, la dinámica de esta pandemia hace que todo pueda cambiar de un día para el otro. Se ha conseguido ralentizar la duplicación de los casos de coronavirus, de tres días como lo era al principio, a los 18,8 días en el AMBA y 25,1 en el resto del país. De tal forma, se liberarán desde la próxima semana distintas actividades económicas, según provincias y ciudades, siendo las más estrictas justamente las del AMBA. Prueba y error, es la primera vez que sucede y todo se va aprendiendo sobre la marcha. Si las tendencias se revierten, se vuelven a cerrar actividades.

                Decíamos que los trolls atacan de nuevo. Y hay que lamentarlo. Tal parece, que no todos ponen a la salud por sobre la economía. Trump y Bolsonaro son los dos ejemplos más claros, hicieron desastres en sus países. El primer ministro británico, Boris Johnson, minimizó el problema, que días después casi le cuesta la vida. Hoy es un valor en la lucha contra la pandemia. En la Argentina, el ex presidente Macri presionó en diferentes oportunidades a Alberto Fernández, para que abra la economía, recomendando según contó un siempre bien informado Gustavo Sylvestre, la llamada Teoría del Rebaño: que se infecten los que se tengan que infectar, que la sociedad cree anticuerpos y que se mueran los que se tengan que morir. No es necesario que el autor de esta nota escribe, opine. Transparente como el agua. En línea descendente, Pichetto, Bullrich, Prat Gay… reclamaron, reclaman y seguirán reclamando lo mismo que su líder. Dos notas atrás, decíamos que tratar de saber qué hubiese pasado si la pandemia se hubiese declarado hace un año era hacer futurismo, aún sabiendo que Bolsonaro, Trump y Macri eran “un solo cerebro”. Sin quererlo, la respuesta la dio un periodista al que no se lo puede llamar kirchnerista, ni albertista, pero sí macrista. En una entrevista de Luis Majul para su programa televisivo del domingo 5 de abril, el mismo Jorge Lanata expresó: "Muchas de las cosas que le están pasando a Alberto, si le hubieran pasado a él u otro presidente hubieran sido un desastre".  Una encuesta conocida hace pocos días atrás, reveló que el 60% de los encuestados coincidía en que con Macri hubiésemos estado peor. A veces, hay que callarse la boca y cubrirse con un manto de autopiedad, es más productivo. Pero cuando hay otros intereses de por medio, es imposible.

                Otro tema predilecto de Pichetto y los trolls, fueron los médicos cubanos que iban a venir a colaborar a la Argentina. De por sí, fueron calificados de inútiles, cuando hasta los enemigos del régimen castrista, admiten que la medicina cubana es de primer nivel mundial. Los españoles, que los aplaudieron cuando llegaron, sabían eso. Pero la supuesta falta de talento de los profesionales, era un tema colateral. Según muchos opositores, eran espías cubanos que venían a lavarle la cabeza a los argentinos, para instaurar el comunismo. Sería risueño, sino fuera porque lo han dicho quienes han tenido puestos de responsabilidad para la vida de los argentinos. En el copete de esta nota, hablamos de la inquisición. En esas épocas, al pueblo se le decía cualquier cosa y lo creían. Para mandar a la hoguera a una bruja, cualquier testimonio era válido, aún los más inverosímiles. La inquisición terminó hace mucho, ahora la gente no se cree cualquier cosa. Pero aún así, hubo algunos cacerolazos. Si quieren enviar espías, lo hacen, sin necesidad de disfrazarlos de médicos. Y eso es privativo de cualquier país del mundo, de mínima importancia. Tal vez pase porque en la Argentina, los espías nacionales salían en televisión y en las revistas y se dedicaban a hacer inteligencia interna. Pero no siempre es así. ¿Alguien sabe cuántos muertos hubo en la embajada de Israel? Nadie. ¿Por qué?

Un tema tapa al otro, entonces llegó el turno de la “liberación” de los presos. Y hubo cacerolazos. La superpoblación de las cárceles, no es un tema de este gobierno ni del anterior. El otorgar prisiones domiciliarias -que no son liberaciones-, fue una recomendación de las Naciones Unidas, porque las prisiones son enormes fuentes de contagio, como también lo son los geriátricos y las villas de emergencia y esto, lo estamos comprobando en los últimos días. Si no hubieran sucedido estos contagios, es probable que el AMBA también hubiese entrado en la Fase 4 como el resto del país, teniendo la posibilidad de otorgar mayores libertades. No sobra el personal penitenciario, ellos entran y salen, van a sus casas, conviven con la sociedad y también lo hacen con los presos, cara a cara, en lugares hacinados e imposibles de mantener las mínimas medidas de prevención. Los que opinen que los presos no merecen nada, ni siquiera que los cuiden, deben saber que el Estado en las cárceles nacionales o los gobernadores en las provinciales, son responsables por la seguridad de los presos, pues los tienen a su cargo. Deben asegurarle la alimentación y la salud y esto no es cuestión de opiniones, sino de obligaciones. Además los hospitales de las cárceles, no están preparados para una epidemia, entonces van a tener que llevar a los presos a los mismos hospitales a donde van los pacientes libres, van a tener que usar las camas y los respiradores. Como si fuera poco, también van a necesitar agentes que los cuiden afuera las 24 horas del día, mientras estén internados, debilitando la cantidad de personal que cumple funciones internas. Y no sigamos hilando fino, para que no haya hechos de sangre. El beneficio, era con tobilleras y para quienes no habían cometido delitos graves y además debían estar en los grupos de riesgo. También para quienes estaban a punto de terminar sus condenas o gozaban de salidas transitorias. Y para las embarazadas o madres, que tenían sus hijos viviendo con ellas en las prisiones. A modo informativo, hay cárceles para mujeres de bajo riesgo de peligrosidad, que tienen sectores especial para que las madres puedan tener con ellas a sus hijos de hasta 5 años, quienes a su vez reciben la correspondiente educación inicial. Los jueces y no los políticos, debían decidir a quiénes le otorgaban los beneficios, pero estaba claro que no eran para violadores y asesinos. Los magistrados eran responsables y tenían que consultar con los fiscales que entendieron en las causas de los candidatos a recibir el beneficio y también a las víctimas, antes de decidir. Una incorrección los podrá llevar al juicio político. De nuevo las fake news, esta vez aparecieron violadores liberados con la pandemia, que en realidad no habían sido liberados, otro que lo había sido el año pasado. Un ladrón que se le ocurrió decirle a la policía, que no le importaba, porque el día anterior lo habían liberado por la pandemia y al otro día lo iban a volver a liberar. En realidad era un escapado del Borda en diciembre del año pasado, inimputable. Sí hubo una jueza ligada al Pro, que dijo primero que habían liberado a más de 300 violadores, causando el principio del revuelo con el tema y después, graciosamente, se desdijo. Casualmente y por el que no cacerolearon, fue por el beneficio otorgado al encargado de hacer nacer a los bebés de las detenidas ilegales de la Escuela de Mecánica de la Armada y de la venta de dichos bebes. Crímenes ellos de lesa humanidad, los peores que existen y sin fecha de proscripción. Ese si, sigue en el lugar que eligió para su beneficio.

                Casi sobre el fin de esta etapa de la cuarentena, volvieron a insistir con la abertura de la economía, llamando a salir a las calles y cacerolear por la violación al aislamiento, en defensa de la economía. A la gente no se la puede llevar de la nariz, no salió casi nadie.

                ¿Alguien en su sano juicio, puede creer que con los problemas que tiene Alberto Fernández, piense o le convenga liberar violadores? ¿O insertar células comunistas? Todo tiene un límite, tal vez si no se le hubiese ocurrido a Alberto Fernández crear un impuesto, que afectará a las 11.000 personas más ricas de la Argentina, esto no hubiera pasado. Pero si se necesita dinero, es fácil saber quiénes van a tener que aportar primero. ¿Está bien? ¿Está mal? Está. Atahualpa decía que "las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas" y el acerbo popular dice que palear bosta, no convierte en dueño de las vacas. El Gobierno nacional va a continuar trabajando codo a codo con los gobernadores propios y los de otros partidos, incluido por supuesto al Jefe de Gobierno porteño, al que su partido no deja de presionar, justamente por eso. Jorge Macri, consultado sobre si había participado de una video conferencia partidaria, fue tajante en lo explicativo, dijo que él tenía la responsabilidad de gobernar y no tenía el tiempo libre de los que no tenían responsabilidades de gobierno.

                A nadie le gusta el encierro, en mayor o menor medida, lo sufrimos todos. Pero dejar salir a la gente a la calle para liberar a la economía, sin respetar los tiempos, es jugar con fuego. Brasil, Suecia, Estados Unidos no hicieron cuarentena. Y ahora tienen similares problemas económicos que nosotros en sus respectivas escalas, pero agravados por miles de muertos y decenas de miles de infectados. ¿Ganaron algo? No, no lo hicieron. Los que se subieron a esos barcos, están nadando. Nuestro barco, va flotando, no debemos permitir que lo quieran hundir.

sábado, 11 de abril de 2020

PANDEMIA DOS

PARA SEGUIR  BIEN
HAY QUE QUEDARSE EN CASA

      Ayer Viernes Santo por la noche, el presidente Alberto Fernández anunció la segunda ampliación del aislamiento social obligatorio -cuarentena-, ahora hasta el próximo 26 de abril. Lo hizo en base a los buenos resultados que se vienen obteniendo y a fin de aplanar la curva lo máximo posible, ralentizando el pico a fin de evitar el desborde del sistema de salud. Señaló -y no fue desmentido, dicho por las dudas-, que las proyecciones para esta fecha en caso de no haber existido la cuarentena, era de 40.000 infectados -contra 2000 actuales- y de duplicar el número cada 3,33 días, mientras que ahora se produce cada 10,66 días. Estos números hablan por sí solos, el esfuerzo conjunto viene dando hasta ahora resultados más que satisfactorios. Pero la expresión "hasta ahora", no es sólo literal, sino que es una advertencia, conociendo a la idiosincrasia de los argentinos.

    Todos en mayor o menor medida nos vemos afectados, tanto en lo laboral como en lo emocional. Aunque siempre hay excepciones, refiriéndonos a lo laboral, porque hasta en las peores crisis, hay quienes saben sacar provecho de las situaciones desgraciadas. Los cuervos comen carroña, restos de animales o de humanos, porque la naturaleza lo hizo así. Pero cumplen una función, porque todo ser orgánico vivo que muriera y no fuera enterrado, se descompondría al aire libre provocando bacterias que pueden infectar y matar a otros seres vivos. Si bien tienen  muy mala prensa, merecen nuestro respeto. Quienes especulan elevando los precios, aprovechándose de una situación delicada o despiden a sus empleados para renovar personal o no pagarles en tiempos de crisis, cuando hasta hace unos días "la levantaban en pala", como se dice en la calle, sólo merecen el repudio de la sociedad. Y no es referencia a los dueños de las pymes, que trabajan codo a codo con sus empleados, que conocen a sus familias, que se "alegran con sus alegrías y se entristecen con sus tristezas". La referencia es para aquellos que forjaron -más con sacrificios ajenos que con los propios- multinacionales, que no se alegran ni se entristecen con las alegrías y tristezas de sus empleados, no digamos porque no les importa, no seamos malos. Digamos porque ni siquiera los conocen. 

     En esta nueva etapa, se van a incorporar a la vida laboral algunos prestadores de servicios como los talleres de reparación de automóviles y las gomerías. Pero la situación es dinámica, para bien como vino siendo hasta ahora o -esperemos que no- también lo puede ser para mal.

    En el primer párrafo, nos referimos a la idiosincrasia de los argentinos. Exitistas a ultranza o pesimistas a finish. Blanco o negro. Los grises no figuran en el diccionario de la Real Academia del Estilo de Vida Argentino. O nos morimos todos, o "a mi nunca me va a pasar". Por suerte, algo está cambiando en la sociedad, gracias a esta pandemia: cada vez menos gente lee este diccionario. Pero todavía existen quienes lo hacen, por eso se ven largas filas de automovilistas, tratando de salir a la ruta para alejarse de la cuarentena. Y son peligrosos, vaya que lo son. 

      Alberto Fernández dijo "vamos bien", pero también dijo "falta mucho". Creer que la batalla está ganada, sería un exitismo cuasi criminal. Como también lo es el ignorar al virus, al estilo Bolsonaro, Trump o Boris Johnson. Los dos primeros se hacen isopados en forma constante. El tercero, está en terapia intensiva. Los tres países, del llamado primer mundo, cuentan a sus infectados y muertos de a cientos por día. Nueva York, la capital del mundo financiero -no una ciudad del tercer mundo, de un país emergente, o "de cuarta", como podría pensar el Donald que no es el pato- ya está enterrando a sus muertos en fosas comunes. Cuando se llega tarde, el dinero no mata a la pandemia, sino que la pandemia mata al dinero. 

    La recomendación de Alberto Fernández, es en términos llanos, portarse bien. Hay mucha gente que no puede trabajar y eso, también a la larga o a la corta, va a afectar a quienes sí pueden trabajar. Porque cada uno depende del otro, aún los carroñeros especuladores. Pero si decaemos o si se alarga la cuarentena  por culpa de la desidia, va a ser peor. Y eso, lo tenemos que tener muy en cuenta. 

    

            

domingo, 29 de marzo de 2020


PANDEMIA
                La epidemia se transformó en pandemia. Hoy casi todos los países del mundo, sufren las consecuencias de la transmisión del Covid – 19, lo cual hace que la gran mayoría haya cerrado sus fronteras y decretado cuarentenas obligatorias. Algunos lo han hecho tarde, como España, Italia e Inglaterra, consiguiendo que aumente el número de muertos, a consecuencia de la imposibilidad de atender a los infectados graves, quienes en su mayoría necesitaban respiradores artificiales, que no tenían a disposición. Ser un país del primer mundo, no garantiza estar preparado para una catástrofe sanitaria. Pero no son todas las naciones, aún quedan presidentes,  que se resisten a la medida, pretendiendo no frenar la economía de sus países. Tales son los casos de los Estados Unidos de América del Norte, que está a pocas horas de convertirse en el país con mayor número de infectados y de muertos y de la República Federativa del Brasil, por orden de su presidente, Jair Bolsonaro, dando la razón a quienes lo acusan de ser un lacayo del rubio mandatario del Norte. Hoy Brasil encabeza el luctuoso ranking de infectados y fallecidos por el virus, en América del Sur.

                En la Argentina, la historia es conocida, no vale la pena abundar sobre lo que estamos viviendo día a día. La reflexión es qué hubiese pasado si esta pandemia se hubiese producido hace un año, con el Gobierno anterior. Sería hacer futurismo, pero es cierto que Donald  Trump, Jair Bolsonaro y Mauricio Macri parecían pensar como si fueran una sola persona. Mas bien uno pensaba y dos obedecían… Pero mejor es no hacer futurismo, no aporta nada.

                Los argentinos no estamos acostumbrados a vivir encerrados, ni aún con otras epidemias sufridas a lo largo de nuestra historia. Incluyendo otra que estamos pasando, de mortalidad más elevada, pero con menos prensa, como es el dengue. Costó pero nos fuimos acostumbrando a no salir, más allá de ciertas personas o personajes, a los cuales nada les importó la cuarentena, poniendo en riesgo a sus semejantes. Casi siempre de lo malo se puede sacar algo bueno y en este caso, es no sólo que sirvió para entretener un poco a la gente, sino que sirvió como ejemplo de lo que no hay que hacer. Ambas, no son poca cosa.

                Día 10 de la cuarentena, hoy se supone que el presidente Alberto Fernández va a anunciar cómo va a seguir la cuarentena. Los grandes medios de comunicación, vienen diciendo desde el pasado jueves, que esa comunicación iba a ser inminente, es decir el mismo día en que se estaba anunciando. Lo dijeron del jueves, del viernes, del sábado y tal vez hoy sea el día elegido. De todas formas, si no es hoy va a ser mañana o como mucho, el martes… También se tiran fechas probables de finalización de la cuarentena. No pueden saber más que los que van a decidir y en especial, si todavía los expertos no se reunieron. Las primicias surgen del amplio campo de la especulación, tomando en cuenta principalmente, que la primer cuarentena incluye dos semanas con feriado largo más una tercera, para tomar en cuenta, que es la Semana Santa. De allí que una fecha sea el domingo 5 de abril, a última hora y la otra, el domingo 12 también a las 23.59. Y allí se acabaron los feriados… y podría ser que por todo el año. Otros con la precisión que da la especulación, arriesgan llegar a fines de abril o principios de mayo. Nunca mejor dicho que hay que esperar la palabra oficial, para no sucumbir ante toneladas de informaciones nunca confirmadas, rumores, especulaciones y los miles de audios y videos con recomendaciones dadas sabrá Dios por quienes. Pero casi todos anónimos, profesionales por supuesto, sin matrículas identificatorias. De todas formas, la mayoría de ellas también serían incomprobables. Si las intenciones son buenas o no lo son… sería mejor pensar con buena fe. Pero ya aburren, molestan y en especial, confunden. Y por supuesto, colapsa las redes y ponen en riesgo el servicio de internet.

                Lo que si es seguro, es que de la cuarentena se sale de a poco, no todos juntos. Hay distintos modelos y aunque el argentino, por su forma y su precisión temporal es elogiado, no sería raro que en algún momento -que la lógica diría que no es el actual- abandone su forma horizontal -todos menos las excepciones- para pasar al modelo vertical holandés y vaya liberando actividades no esenciales en forma progresiva.

                Esta pandemia será un click a nivel mundial, un cambio necesario que, es lamentable, se está llevando y por un tiempo va a seguir llevándose víctimas fatales. Pero tienen que dejar enseñanzas, para los gobiernos y para la gente, dicho esto a nivel mundial. Para la Argentina, es una oportunidad para darnos cuenta, que unidos podemos hacer acciones positivas para la comunidad, para el país. Aunque sea con sacrificios. El Gobierno sabe que tiene necesidad de prolongar la cuarentena, pero el riesgo es parar el país y que se pierdan muchos puestos de trabajo, además de otros perjuicios, también importantes. Encontrar el equilibrio, es el gran desafío, más sabiendo que se camina por el borde de una cornisa, en donde de un lado está la salud y de la otra, la pobreza e indigencia.

Un presidente se puede preparar para pelear por sacar un país adelante, negociar con los acreedores, darles a obreros y empresarios lo que necesitan en un justo equilibrio. Enfrentar los embates de los opositores, las discusiones políticas… en fin, todo lo normal, que pasa en un país. Pero luchar contra una pandemia, teniendo la salud y la economía del país y de sus habitantes en sus manos, debe ser lo último en que un candidato debe pensar -si lo hace, cosa dudosa-, en el momento de delinear una plataforma electoral. Hasta ahora, el Gobierno y la oposición están aunados y esto es elementalmente necesario, para tener éxito. Nos estamos preparando para el pico de infectados, con el objetivo de que ese pico sea amesetado y no desborde al servicio de salud. Para la supervivencia, es clave que los enfermos que requieren mayor cuidado, puedan ser atendidos, porque tenemos la suerte de que el coronavirus en el 80 % de los casos, pase como una simple gripe o un resfrío y sólo el 5% de los casos, revistan gravedad.

El tiempo nos juega a favor, pero no nos debemos descuidar y es necesario de aquí en más, adoptar algunos métodos de prevención que ahora usamos, para la vida diaria, como por ejemplo el lavado de manos correcto y asiduo.

Cumplamos con lo que nos piden. Es la mejor forma de cuidarnos y así cuidar a quienes nos rodean.

miércoles, 22 de enero de 2020


 14/5/1930  17/1/2020


CON LA PARTIDA DE
JUAN CARLOS SARABIA
LA CULTURA NACIONAL
PERDIO A UNO DE SUS VALUARTES


                No necesitó ser el mejor cantante, ni un eximio guitarrista, para transformarse en único e irrepetible. Así, al ritmo de una zamba lenta, tranquila, natural, se extinguió la vida de Juan Carlos Saravia, quien dejó el “casi”, para transformarse en una leyenda.

                Unico e irrepetible, como lo fue “su” conjunto, Los Chalchaleros, casi desde que se convirtieron en cuarteto en el Teatro Alberdi de Salta, dejando ya de ser los dos dúos de amigos – uno formado por los primos Saravia: Juan Carlos (el gordo) y Aldo (el Chivo) y el otro por Víctor (Cocho) Zambrano y Franco (Pelusa) Vera-, que habían coincidido en la fiesta de la Primavera del año anterior del Colegio Nacional. Tres guitarras y un bombo, marca registrada del conjunto, imitados luego por infinidad de conjuntos. Pero la peculiar forma de “cantar – no cantar” la última sílaba de algunas palabras, defecto producido por la falta de aire, fue su sello distintivo. Y tanto lo fue, que el estilo perduró a pesar de que esa falta de aire fue solucionada, tomando lecciones de canto.

                La imagen de Juan Carlos Saravia artista, es ampliamente conocida, a través de sus actuaciones, entrevistas, su libro autobiográfico -imperdible lectura- o las cientos/ miles de anécdotas, cosechadas a través de 54 años de recorrer escenarios, incluyendo los dos años que les llevó la despedida -de allí el dicho “más largo que despedida de los Chalchaleros”- pero quien esta nota escribe, quiere dar fe con una anécdota personal, de que lo que lo enaltece no son sólo las palabras. Con el permiso de los lectores para tomar la primera persona, cuento que tuve el honor personal y profesional, de haber entrevistado a Juan Carlos en tres oportunidades y una a Facundo, siempre representando a medios de prensa de los denominados “chicos”. El trato de los Saravia para conmigo, fue siempre cordial, amistoso, dándome el tiempo que necesitara para mi tarea profesional, sin ningún tipo de apuros ni mucho menos de condicionamiento. Repito, ellos eran estrellas, yo simplemente un periodista representando a un medio como dije, “chico”. La primera entrevista había sido pactada con la secretaria del conjunto, “Mima”, si la memoria no me traiciona por el paso de los años. Pero por un cambio de fechas, un acto en el cual Juan Carlos sería galardonado por una universidad porteña con el título de “Doctor Honoris Causa” en la disciplina de Folclore, coincidía con mi entrevista. Entonces, Juan Carlos en forma personal, me llamó por teléfono -yo no estaba en la que entonces era mi casa, habló con mi mamá largo rato- para sugerir otra fecha, contar el por qué del cambio y él que era una de las máximas estrellas, disculparse con el periodista joven representante de un medio chico, que era yo. Esta anécdota, pinta de cuerpo entero su bonhomía, sencillez y respeto, conque se manejó a través de los años. Podría haberme avisado por medio de su secretaría o incluso no avisarme. Pero lo hizo de la forma referida. El público devuelve lo que recibe y a Juan Carlos “Lalabia” -otro de sus apodos, no se necesita explicar el por qué- le dio muestras de cariño incondicional en donde quiera que él estuviese.

                No era el mejor cantante, no era un eximio guitarrista, pero fue único e irrepetible. Y por sobre todo… fue “muy buena gente” y este es un calificativo que no está al alcance de cualquiera.

                ¡Hasta Siempre, querido maestro Juan Carlos Saravia!